Hacer que la manufactura y la tecnología se conviertan en parte de nuestra promesa de valor en el mercado local y global es la meta.
En un país, donde el sector mipyme tiene un fuerte impacto como ningún otro sector en el PBI y en la PEA del país, nos damos cuenta que aún existen debilidades estructurales, financieras y gerenciales que amenazan constantemente con una merma de ese importante conglomerado de empresa, que en la actualidad supera las 600mil en toda la geografía nacional.
El empleador mayoritario del país se hace vulnerable por una serie de factores: falta de formación, información, asociación, y formalización, la frágil estrategia gerencial, la globalización, difícil acceso a recursos, limitada cooperación de los grandes capitales, y elevados costos de operaciones. Agregue políticas desarticuladas del Estado, dificultades en traspaso de mando en estas empresas familiares, y la baja preparación de los actoresindividuales para planear su crecimiento sostenido y rentable, y tendremos como resultado un menor impacto socio-económico en una sociedad que demanda evolucionar de un simple modelo de “comerciantes” a “empresarios” con una visión clara a largo plazo.
Aún con esas debilidades y amenazas, latentes desde un colmado hasta un gran taller o tienda, desde un profesional liberal hasta una empresa mediana de soporte tecnológico, deben lidiar con la constante de generar ingresos y captar clientes, lo que en muchas ocasiones no están dentro de los parámetros segmentados, obviando así la oportunidad de aprovecharlos a largo plazo. Esta realidad es parte de la que deben asumir el sector, la sociedad y el Estado, para superarla y lograr entonces, que no solo el comercio y los servicios dominen nuestra productividad como país, sino también hacer que la manufactura y la tecnología se conviertan en parte de nuestra promesa de valor en el mercado local y global.
Desde nuestro enfoque y con el interés de aportar, proponemos algunas líneas de acción que serían necesarias para ayudar a crear y desarrollar un sector mipymes más sólido.
- Identificar claramente en número y tipo de actividades las mipymes, para así monitorear el desempeño de las actuales y futuras empresas, y resaltar las necesidades prioritarias para el diseño de planes de estratégicos.
- Garantizar desde el Estado un acceso rápido, económico y justo a la formalización empresarial actual y futura, con la finalidad que el mipymempresario sea sujeto fiscal.
- Incluir la formación de iniciativas empresariales con enfoques diversos, desde la educación básica e intermedia, hasta la universitaria y de post grado. Cada ciudadano tiene elderecho a estar preparado si desea optar por ser un empresario.
- Integrar las acciones legislativas, formativas y financieras del Estado orientadas a mipymes y emprendedurismo hacia un mismo objetivo, en un esfuerzo coherente, consistente y de calidad a largo plazo.
- Disponibilidad financiera del Estado a instituciones o programas especializados del área.
- Agregar la formación empresarial y técnica del empresario y sus empleados al perfil crediticio de las empresas al momento de ser evaluadas como sujeto de crédito.
- Medir de forma clara, el impacto económico, social, medioambiental y cultural que el sector mipymempresarial genera.
Evitemos que el mipymempresario dominicano sea víctima de una extinción y formémoslo para que sea sujeto de su propio éxito.
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